Si hay una labor en el ámbito del cine y de las artes que mira al futuro, esa es sin duda la que apela a la transmisión de conocimiento y al apoyo del talento emergente. Ofrecer alternativas a los procesos y a los enfoques industriales (los que abundan en las escuelas de cine al uso), fuertemente jerarquizados y compartimentados, se hace indispensable. En este encuentro convocamos a un grupo de proyectos educativos y de residencias en los que la apertura de miras prima, y en los que hay un lugar especial para el cine experimental y las nuevas formas de creación audiovisual.
Uno de ellos es el este proyecto (recién) nacido en 2017, la Elias Querejeta Zine Eskola, que quiere romper con la idea jerarquizada de formación de cuadros técnicos, que es la que se sigue en los modelos tradicionales de escuela de cine. La idea, con las tres especialidades con las que nace (Archivo, Comisariado y Creación) es estimular la emergencia de alumnos con una mirada integral del cine. Clara Sánchez-Dehesa, responsable del área de archivo, nos hablará de todo ello.
Si una cosa comparten todos los proyectos es esa visión integral de generar alumnos con miradas autónomas y sentido crítico, más allá de los modelos industriales. El caso del Master LAV, escuela de Madrid creada y dirigida por Pablo Useros, se articula, por un lado, en un programa académico que surte de experiencias y referencias, con especial foco en propuestas de carácter experimental, y por otro de la creación de una obra tutelada durante su proceso artístico. Basándose más en el proceso que en el método, LAV busca ampliar los horizontes de sus alumnos y desarrollar su capacidad de análisis, su enfoque crítico y su compromiso artístico.
Esa idea del cine como proceso es también la que recoge el canadiense Phil Hoffman en su Film Farm. Desde 1994 el cineasta y educador Philip Hoffman lleva a cabo este retiro anual en una comunidad rural de Ontario, en el que no solo difunde métodos de producción artesanales y ecológicos de cine en formato fílmico, sino que también promueve esa forma de trabajo basada en el proceso, la reflexión y la puesta en común, antes que las jerarquías o el guión, y en el abordaje del cine desde lo personal.
Finalmente, y con la idea de dotar de herramientas (en términos de conocimiento y de útiles de trabajo, el LIFT (Liaison of Independent Filmmakers of Toronto) es una cooperativa audiovisual que funciona desde el año 1981, cuyo foco recae tanto en proporcionar medios de producción a la comunidad de cineastas de Toronto, como en formar y difundir conocimiento en lo referente al cine, al vídeo y a la creación interactiva a través de talleres. Además, el LIFT ofrece varios programas de residencias a cineastas locales e internacionales, con especial énfasis en las prácticas experimentales (una de ellas, BAICC, en colaboración con el (S8) y Acción Cultural Española). El cineasta y programador Chris Kennedy es su director ejecutivo.
Sábado 2 de junio a las 13 horas en la Atalaya (Café Mirador, Jardines de Méndez Núñez)
